La mayor parte de los procesos de acceso a puestos de trabajo de las empresas ferroviarias públicas constan de varias pruebas selectivas. Una de ellas suele ser, en la mayoría de los casos, un examen tipo test, con el que se evalúan los conocimientos teóricos requeridos para el puesto al que se quiere optar. Estos tests pueden ser muy variados, con varias opciones de respuestas, intercalando preguntas formuladas en negativo, o algunas donde no existe una respuesta correcta. En las reglas de examen se determina la puntuación de cada pregunta, y si las respuestas erróneas puntúan negativamente.
Enfrentarte a un examen tipo test siempre lleva intrínseca una complejidad en la que se suman muy diferentes factores, que van desde la limitación de tiempo para realizarlo, la velocidad con la que se deban responder las preguntas, la comprensión lectora, y especialmente, la concentración a la que el opositor u opositora tenga en el momento de su desarrollo.
Para ello, desde este blog, hemos pensado que sería de gran utilidad poder hacer uso de unos consejos, que queremos compartir, a la hora de enfrentarse a este tipo de pruebas, para poder resolverlas con el mayor éxito posible.
¡Estudia!
Empecemos por lo básico y fundamental. Hay que estudiar. Interiorizar los conceptos del temario, manejarlo bien y tener una idea global asentada. Para ello se requiere mucho tiempo y, por supuesto, dedicación. Pero es una forma de no llegar inseguro al examen.
Simulacros, una forma de probarte
Es importante hacer simulacros de examen en tiempo real. Cuando los hagas simplemente debes tener el enunciado, la plantilla de respuestas y el lápiz. Simulando un entorno parecido al del examen, con el mismo tiempo. No se deben utilizar libros, ni apuntes o una hoja de respuestas. No te puedes autoengañar. Así iras cogiendo confianza para saber qué es lo que tienes que hacer durante el verdadero examen, porque te hará tomar decisiones y sacar conclusiones.
Revisión inicial
Comienza el examen. Pero no empieces de primeras a responder las preguntas. Tómate tu tiempo y utiliza unos minutos, mientras se te pasan los nervios, en hacer una lectura rápida de todo el examen. Así, podrás identificar las preguntas fáciles, que puedes responder rápidamente, las que tienes que pensar un poco, y aquellas que no sabes. Será más sencillo si comienzas a contestar por esas más fáciles, luego las normales, y, por último, dedicarle tiempo a las difíciles.
La respuesta falsa
En los primeros minutos que habíamos comentado en el consejo anterior, cuando estás realizando una lectura rápida de todo el examen, presta atención a la palabra FALSA. Puedes subrayarla, y así, posteriormente te servirá como aviso para evitar un posible error al responder.
Rellena los datos personales
Antes de comenzar a responder las preguntas del examen, es importante realizar un paso previo, que a veces, a causa de los nervios se puede olvidar: rellena en la plantilla la parte correspondiente a los datos personales: nombre, DNI, convocatoria…
¿Te da tiempo?
Cuando recibas la plantilla del examen deberías realizar una estimación del tiempo que le puedes dedicar a cada pregunta. Especialmente, si ya has hecho una primera lectura y has determinado las preguntas que pueden ser más fáciles de responder. En este momento, hay que ser coherente con esa distribución del tiempo para que, incluso al final sobren algunos minutos y se puedan dedicar, o a las preguntas más difíciles, o a repasar.
Lee todas las respuestas
Comprueba todas las respuestas antes de seleccionar una como correcta. Especialmente en el caso de las que son ciertas o falsas. Así, se filtrarán muchos errores.
¿Preguntas a boleo? ¡No!
Es importante no dejar la respuesta de las preguntas al azar. Eso demuestra tu falta de conocimiento, y, además, contestar las preguntas a boleo te acerca a sacar una puntuación de cero, o, incluso una nota negativa.
Respuestas dudosas
Si en una de las preguntas, dudas entre dos respuestas, dedica unos segundos más para intentar decidirte por una. Pero si aún así, no se consigue, marca esa pregunta con algún símbolo y vuelve a ella dentro de un rato. A veces, es bueno dejarla reposar y ver las cosas con perspectiva.
Tiempo de descuento
Cuando queden 5 minutos para finalizar y entregar el examen, es el momento de terminar. Reserva ese tiempo para tomar las últimas decisiones, o volver a preguntas en las que hemos dudado. Este tipo de reflexión será la que pueda marcar la diferencia entre aprobar o suspender. Un consejo, ante las preguntas complicadas: para, respira, analiza y decide.
Metas con la nota
Cuando estés estudiando es importante que seas consciente de lo que quieres conseguir en el examen. Debes esforzarte si lo que necesitas es una plaza, y, por lo tanto, es un factor a destacar la nota que tienes que conseguir para lograrla. Esa nota será la que nos imprimirá qué tipo de esfuerzo debemos realizar para alcanzar el objetivo.
Completa el examen
En el momento del examen, nunca contestes solo las preguntas justas y necesarias para aprobar. Hay que ser conscientes de la necesidad de resolver el examen entero. Eso te dará más oportunidades para sacar la máxima nota a la que se pueda aspirar.
Plantilla de respuestas: trabajo hecho
No esperes al último momento para rellenar la plantilla de respuestas. Cada vez que resuelvas una pregunta anótala en la plantilla de las respuestas y la marcas. Esto te dará más tranquilidad en el tiempo de descuento, y te asegurarás de resolver las preguntas sin prisas y con la seguridad de que lo haces con la confianza de elegir la correcta.
Con todos estos consejos, estamos convencidos de que el resultado de tu examen será óptimo, y lo mejor aún, tu experiencia a la hora de enfrentarte a una prueba tipo test será exitosa. Recuerda que puedes probarte en nuestra Escuela Ferroviaria de CCOO, donde también encontrarás simulacros de exámenes.